A por ellos

Ugo Rivetti, Director de Internacionalización de IGM&C

Desde que por primera vez puse mi pie en España proveniente de Italia, han pasado ya casi 10 años. A lo largo de este tiempo, he podido constatar como este país, que en muchos aspectos se puede comparar con el mío, ha conocido un desarrollo sin precedentes.

Siempre me gusta pensar que mi historia personal es hoy en día un éxito más de aquel proceso de integración europeo que empezó ya hace más de 50 años. España emprendió ese camino en el año 1986 y, en un intervalo de tiempo mucho más breve que sus socios, ha conocido un desarrollo que ha permitido al país alcanzar un nivel comparable con los países punteros del continente y, en muchos casos se ha conseguido superarlo.

El esfuerzo que este país ha llevado a cabo para integrarse con el resto del continente ha involucrado todos los aspectos de la sociedad, a nivel político, social y sobre todo en infraestructuras, en este caso con la contribución decisiva de los fondos europeos.

La asignatura pendiente de este proceso está representada por el comercio exterior. España tiene hoy en día un importante déficit comercial, que se compensa con los ingresos del turismo, puesto que el índice de visitantes se sitúa entre los primeros a nivel mundial.

La introducción de la moneda única europea, que ha consolidado aún más la UE como un espacio económico integrado, ha disparado las relaciones económicas entre sus socios y ha contribuido a situar el Made in Europe a nivel mundial.

La fuerza del Euro  en el panorama mundial y en particular con respecto al dólar tuvo el efecto de encarecer las expertaciones europeas y, por el otro lado, abaratar las importaciones hacia el continente: este dato normalmente se utiliza para explicar por qué la economía española se encuentra en una situación desfavorecida para equiparar la situación de su balanza comercial. Sin embargo, los datos indican que en el año 2007, durante el cual el comercio exterior ha roto todos los anteriores registros, el país que más ha exportado a nivel mundial ha sido Alemania. Este ejemplo demuestra como la fuerza de la moneda obstaculiza la exportación cuando pretendemos colocarnos al exterior con productos de poco valor añadido y con marcas poco reconocidas.

Este proyecto empresarial nace trasladando la misma forma de razonar a nivel de la macroregión Extremadura-Alentejo: los productos locales necesitan salir al exterior como productos de calidad, capaces de competir con los países más reconocidos a nivel mundial. Nosotros nos limitamos a aportar la información estratégica necesaria a la toma de decisioens, acompañando las empresas en el camino hacia el éxito en la exportación.

«Si nosotros fueramos italianos estaríamos triunfando en todos lados…«