Experiencia Real

Daniel Nieto López, empresario extremeño.

Días pasados tuve la enorme satisfacción de conocer en persona al heredero de la Corona Española. Esto es, a S.A.R. el Príncipe de Asturias  D. Felipe de Borbón .

El encuentro fue con motivo de una audiencia real concedida a la escuela de negocios extremeña Itae, con motivo de su 15 aniversario de actividad en Extremadura.

Me llamó la atención la austeridad del Palacio de la Zarzuela, residencia oficial del Monarca y el Príncipe. Como dije a la salida ¿Cuántos promotores del ladrillo se han construido mansiones más suntuosas que ésta  en los últimos tiempos?

Pero de lo que se trata es de comentar la preparación, simpatía y cariño con la que nos recibió S.A.R. . Sabía perfectamente detalles del motivo por el que nos recibía.

Aparte, estuvo tranquilo y relajado con todos nosotros ( de media hora prevista, se prolongó una hora larga).

Por mi parte y como anécdota excepcional , tuve la ocasión de entregarle un obsequio cuyo contenido era una degustación de productos elaborados en nuestra tierra para desayunar. En contra de todo pronóstico, ya que al parecer los regalos de comidas no es habitual que los reciba en mano, a mi si me los recogió en directo y en vivo. E incluso hizo algún comentario de que a la princesa (su esposa) le gusta bastante la cachuela extremeña (degustación ésta que estaba incluida en el surtido de desayunos que le entregué).

Es por ello que la audiencia para mi fue todo un éxito, desde el punto de vista protocolario y por supuesto desde el punto de vista comercial para mi empresa de desayunos ibericos.

Porque ¿Y si me hacen proveedor oficial de la Casa Real?. Pues eso. Toda una experiencia real.

Ilusión

Esther Martín-Romo, Directora Financiera de IGM&C 

 

Es el todo o la nada, es lo que hace que una idea sea simplemente cuatro letras o un universo de ellas.

Cuando decidimos finalmente lanzar este blog nos comprometimos cada uno de los socios a escribir un artículo referente a los servicios que ofrecíamos y veo que mis compañeros se han centrado cada uno en el departamento del que son responsables, con lo cual a mi me tocaría hablar de números, economía. Creo que hoy casi todo lo que se pueda decir o debatir en este sentido esta ya encima de la mesa, es más, es el pan nuestro de cada día, y es  lógico por la situación de incertidumbre y recesión en la se encuentra a nivel global. Por eso y porque hablo de este tema todos los días he creído más acertado escribir cuatro líneas sobre lo que creo es el más fuerte y mejor valor empresarial que tenemos: la ilusión.

Si tuviéramos que buscar una característica común a todo emprendedor, creo que la más clara sería esta, la ilusión en su proyecto. Una ilusión que se transmite con el mero hecho de mirarle.

Es cierto que vivimos momentos económicos muy difíciles a nivel mundial, estamos inmersos en una crisis global sin precedentes y que requerirá soluciones globales y muy creativas para pasar a un nuevo ciclo económico. Pero a esto se le ha unido una crisis de confianza brutal, un pesimismo que se palpa en el ambiente y que a mi modo de ver es lo más difícil de solucionar.

Por ello creo que en este entorno la palabra ilusión referida al ámbito empresarial toma mayor importancia, ilusión por salir adelante, por hacernos más competitivos, ilusión en trabajar en un entorno hostil, pero sin duda cambiante.

Creo que tanto en Extremadura como en el Alentejo hay emprendedores y empresarios que la tienen y que bajo ningún concepto pueden dejar que desaparezca porque sería el principio de su fracaso empresarial. En momentos de crisis surgen oportunidades, todo está en la forma en que se quiere mirar, y ahí hay un abismo en hacerlo con o sin ilusión.

Me he considerado siempre una persona optimista, realista pero optimista, cuando empecé a trabajar el día 2 julio de 2001 y abrí por primera vez mi mail profesional lo primero que encontré fue un mail de mi padre haciendo referencia a este tema, animándome a cosechar éxitos profesionales apoyándome en  la ilusión que tenía. Hoy en día después de ocho años puedo decir que esa ilusión está intacta y que luchare para que así siga.

Os animo a trabajar en este sentido para seguir creando un tejido empresarial con un know – how exportable al mundo.